sábado, 14 de junio de 2008

Medios Comunicación: Constructores de Realidad: ¿ Constructores de Identidad?


Los medios de comunicación social o los mass media siempre han provocado interés en la comunidad, ya sea por la influencia que éstos pudieran originar en el público, o por interés de las personas por verse reflejados en los soportes tecnológicos: un tema que ha sido estudiado por los teóricos de la comunicación desde décadas atrás, ocasionando debate y discusión necesaria en un tópico relevante de analizar.

Actualmente el tema cobra cada vez mayor relevancia, pues observamos como la televisión, radio, prensa, y medios digitales, forman para del consumo diario de las personas - ciudadanos – conformando una espacio imprescindible para informarnos y orientar el quehacer diario y futuro en la toma de decisiones nimias, como en aquellos proyectos de mayor perspectiva. En definitiva, los medios entregan una mirada de la realidad: una construcción desde la apuesta que el editoral de éste considera preponderante. Por tanto, se propone una visión o varias visiones de esta realidad, pero teniendo claro que es un segmento de los aconteceres: una ventana desde la cual se observan algunos hechos, pero obviamente en el contexto de una panorámica selectiva.

En pleno desarrollo del siglo XXI ya no se cuestiona si los medios son poseedores de una fuerza mayúscula en la audiencia – situación conocida como la “aguja hipodérmica”- y que permitió explicar desde 1940 la gran influencia que tuvieron en las personas los medios como la radio, el cine y los periódicos. Esta es una situación superada, hoy los individuos tienen acceso a múltiples y variadas fuentes de información, pero la pregunta que siempre resulta relevante es cuestionarse acerca de la responsabilidad que poseen los mass media en construir y/o representar los aconteceres cercanos, es decir, que preponderancia le otorgan al hecho cercano desde la mirada de la amplia riqueza cultural que entrega cada población.

Entonces no podemos menoscabar el papel de los medios en la vida de las personas: la corriente actual es que la influencia de los media se enmarca dentro del esquema de los efectos cognitivos o de largo plazo, como también se acrecentaría el efecto sobre el clima de opinión. Según Monzón antes era el ágora, el foro, los parlamentos (…) el mercado, donde las gentes intercambiaban sus ideas o puntos de vista y creaba opinión. En la época moderna, sin embargo, estos espacios se han desplazado hacia los medios de comunicación y será en ellos donde se encuentre el intercambio de mensajes, el espejo de la realidad y el mejor exponente de la opinión pública.

Identidades mediadas:

Por esta razón, resulta muy atractivo pensar en los efectos que poseen los medios en la construcción de las identidades, ya que definitivamente “estamos constantemente conectados a los sucesos”, nuestra vida diaria es mediada por otras realidades lejanas y cercanas: logrando que pensemos en algunos temas y no otros, que discutamos sobre determinadas materias planteadas como agenda de conversación. Los efectos hoy se sostienen en la formación de las percepciones sobre las culturas, otros países, en fin, sobre los juicios y prejuicios.

O dicho de otra manera siempre existen hechos noticiosos que marcan la pauta: crónica roja, farándula, por ejemplo, dejando atrás otras visiones, otras experiencias de vida que no pueden aflojar considerando que la agenda noticiosa es muy sesgada. De ahí la relevancia del papel que cumplen los medios de comunicación regionales, los cuales hacen un esfuerzo por marcar nuevos temas, de manera de influir en la manera de pensar y actuar del ciudadano. Esa es una manera de construir realidades nuevas, de que puedan emerger temas no tratados habitualmente en el debate nacional.

¿ Cuál es la pregunta que debemos hacernos entonces…? ¿ Qué medios debemos consumir ? Una respuesta clara es que en estos momentos los individuos acceden a múltiples canales de información: cada vez más amplios, sin límites entregados por la Red. Entonces, la tarea por fortalecer las identidades culturales resulta cada vez más complejo. Debemos trabajar por el desarrollo de personas cada vez más críticas, que puedan discriminar entre los materiales que acceden por Internet, como de la información que diariamente se nutren por los medios tradicionales. Teniendo consciencia de que formamos parte de un entorno cultural relevante, donde como señalaba el investigador colombiano Jesús Martín Barbero las mediaciones culturales resultan significativas para entender la decodificación que se hace de la apuesta informativa.

De acuerdo a Castells las identidades son fuentes de sentido más fuertes que los roles, debido al proceso de individualización y autodefinición que suponen. A esta propuesta podemos agregar la planteada por Ulloa, quien indica que identidad es señalar una relación social, esto es de aquello que establece vínculo y el reconocimiento con el otro pero también aquello que nos diferencia de él; siendo un concepto comprendido en la dinámica histórica.

La identidad nos habla de vínculo, de relación cultural, de la pertenencia a un espacio social, de la posibilidad de construcción en conjunto con los otros, de cohesión social, de compromiso con los quehaceres comunes, al proyectarse como comunidad en el futuro. Ese espacio es al que están llamados los medios de comunicación tradicionales y digitales, respetando las diversas culturas y las distintas visiones de mundo, siempre y cuando sean respetuosas de los otros y de ellos mismos, por su puesto. Los medios de comunicación definitivamente construyen realidad cuando publican algunos temas y no otros, construyen identidad cuando hacen alusión a algunas materias y silencian otras, de ese modo se va dando un sentido a la vida social. Sin duda una responsabilidad tremenda, considerando el alcance de los contenidos propuestos, como la capacidad tecnológica que hoy poseen. Medios de comunicación llamados a proyectar junto a su comunidad: esa es la idea mass medida comprometidos con su identidad y la gente que vive en su entorno.

miércoles, 4 de junio de 2008

Mujer de agosto

Mujer de agosto

Te he preguntado por tu lucha, si aquel camino que dejaste lo llamabas por su nombre

Te he preguntado por tu lucha, tú no tienes respuesta: hermana, amiga

Te he preguntado por tu lucha, por tus sueños que vuelven la mirada detrás de la tormenta

Te he preguntado por tu lucha, no tengo respuesta: he dejado la poesía, pero ella enloquece

Te he preguntado por tu lucha: mujer de mediodía, mujer de tumulto, mujer de locura

Te he preguntado por tu lucha: no tengo respuesta: he fallado, he perdido la fe en la luna de abril

Los proyectos me acorralan: la pluma y el pincel

En una esquina las esperanzas duermen,

van tejiendo polvo, y tal vez hasta gotas de pena

Tus ojos mayúsculos me miran desde lontananza:

tus manos frías se levantan

No te quiedes quieta mujer de agosto,

el sol levanta tus ojos cuando aún no sabes que dentro de ti se congrega el alma)

se enamora el viento

que al besar tus labios

juega y no mata.

martes, 3 de junio de 2008

Con el corazón en España

Estaba sentada en la plaza de Córdoba, España, aquella que visito todos los días al caer la tarde cuando recuerdo el amor perdido, estaba sentada, como siempre, esperando un beso secreto, de aquel camininante que un día me arrancó el dolor y me llevó con él a bailar a bailar un tablao cuando ya era otoño y no pensé que existía otra primavera. Estaba sentada, esperando que callera una hoja traviesa, que pocas veces se levantan debido a la escasa o nula brisa del verano andaluz. Estaba sentada, esperando un beso, de aquel galán que me llevó del brazo cuando las rosas daban su último suspiro antes de caer la noche en el olivar.

Ese día también se había hecho tarde, durante la jornada el trabajo había sido intenso: recibir a los turistas en la zona de siempre .- en la judería de la ciudad- así que todo el día estuve recorriendo con ellos los lugares más asiduos de Córdoba: la Mezquita, el barrio antiguo, el Museo Miguel de Torres, el palacio de los Reyes Católicos, en fin, hablando “with us” de todo y también de lo humano y divino. Por fin era la hora de partir para encontrarme con mi novio en la plaza de siempre: pero esa tarde no llegó, nunca había faltado a una cita nuestra. El era Juan – un joven dulce, quizá demasiado para poder contarlo- no era de mi tierra, sino de Chile, se vino con eso del exilio por Pinochet, había vivido en varios países de Europa, hasta que consiguió su visa en España. Trabajaba en la Bilioteca del Ayuntamiento. Eramos novios hace un año: pero aún no conocía todo de él: su melancolía a veces me alejaban de sus ojos negros, en un suspiro que parecía suspenderlo en los momentos de silencio: pensaba que querría regresar a Chile, cruzar el charco de nuevo, quizá ese día lo hizo sin avisarme, estaba inquieta por su ausencia, ya que sin proponérmelo se fue metiendo en mi corazón y mi vida, aunque yo me resistiese a no amarlo, ya no había nada que hacer. Durante ese año de noviazo conocí el amor: siempre dicen que a las europeas nos gustan los latinos, en realidad no sé si se cumple o no, pero lo cierto qeu mi Juan era guapo, muy varonil, con él descubrí la poesía de Neruda, la Mistral y también la música de Víctor Jara. Me imaginaba que él podía haber sido un gran revolucionario, de esos que andan por la selva luchando contra los poderosos, sin importales los mosquitos y la lluvia caliente para conseguir la victoria. Pero Juan me contó que en Chile no existía selva, y que él era un militante más del Partido Socialista, y que debió huir porque la cosa se estaba poniendo peluda, así que por no esperar aparecer luego en la lista de los buscados quizo prevenir la situación y salir de su país rápidamente. Yo soñaba que él fuera de esos amantes latinos, que vemos en el cine, me imaginaba que su ardor me llevaría a conoce nuevos mundos, nuevos olores y sabores que en la penísula no había descubierto. EN realidad era una muchacha soñadora, en fin, lo cierto es que siendo Juan un guerrillo amante o no yo lo había comenzando a amar en la plaza de siempre, cuando cae la tarde, así de a poco, con el sabor de vino y del olivar, con las tapas del bar de la esquina, con los besos y algo más, Nos empezamos a amar de pronto, sin esperar, sin saber si esto duraría un tiempo u otro tiempo y un poquito ya.